Este Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo brinda a la comunidad internacional la ocasión de reflexionar, en consonancia con el Decenio de las Naciones Unidas de la Educación para el Desarrollo Sostenible (2005-2014), sobre la integración en todas las estrategias de desarrollo de los principios del diálogo entendido como un corolario de la diversidad.
Y nos incita así a reflexionar una vez más sobre nuestro uso de las palabras y los conceptos, y sobre las dinámicas sociales y culturales que obran en nuestras sociedades. En efecto, el hecho de la diversidad cultural nos remite al funcionamiento diferenciado de las sociedades y las culturas, que nunca se encierran en sí mismas, sino que están fundadas en distintos juegos de interacciones, transferencias, inercias y resistencias.
Y, de cara a esa realidad, hemos de integrar de modo innovador los principios de la diversidad cultural y del pluralismo en el conjunto de las políticas nacionales, en particular las relativas a la educación de calidad, el medio ambiente, la gestión de los patrimonios, los medios de comunicación, las tecnologías de la información y las industrias de la creación.
Al hacer nuestros y al volver a formular los términos de ese debate, con todos los responsables e interlocutores interesados, podremos colocar el diálogo entre las culturas y el desarrollo cultural en el centro mismo de los planes nacionales de desarrollo, así como de los correspondientes instrumentos de programación del sistema de las Naciones Unidas. Dar prioridad a esa opción, y al potencial de acceso de todas las culturas y expresiones culturales a las posibilidades de desarrollo que brinda la mundialización, es a la vez una oportunidad y un imperativo, que podemos poner al servicio de la cohesión social, de la paz y de la lucha contra la pobreza. Y así podremos estar realmente “unidos en la acción”.
Al contribuir a transformar nuestras representaciones de lo que nos une unos a otros, al determinar los distintos lugares y niveles posibles de interacción cultural, y al hacer que el diálogo esté en el centro de los procesos de socialización y de creatividad, lograremos eliminar uno tras otro los obstáculos que ponen trabas al diálogo entre las culturas. Y, por ese camino indirecto, lograremos entender mejor, no ya un “enfrentamiento entre civilizaciones”, sino las distintas manifestaciones contemporáneas de una crisis de la relación con la cultura.
Con motivo de este Día, invito pues a todos los que obran en pro del desarrollo a hacer que tenga voz y figura una diversidad creativa que, fácil es comprobarlo, sólo logra florecer, día tras día, en el marco de una circulación libre y plural de los conocimientos, de las prácticas y de los imaginarios.
Koichiro Matsuura
Partager | |||
Google + | |||
Messenger | Blogger |