A pesar de sus diferentes afiliaciones políticas e ideologías, el presidente colombiano Juan Manuel Santos, el ex presidente brasileño Lula da Silva y el ex presidente peruano Alejandro Toledo tienen una conexión bastante condenatoria: sus futuros están vinculados a la empresa constructora responsable del mayor escándalo de corrupción de la historia.
Apenas meses después de recibir el Premio Nobel de la Paz, Santos recibió la semana pasada el cuestionario del Consejo Nacional Electoral (CNE) para responder a las denuncias de que recibió fondos ilegales para su campaña de la constructora brasileña Odebrecht.