REUTERS/Andrew Burton
1. El mundo digital toma la delantera a la vida real.
2. El sujeto no es el “hombre digital” sino el hombre digitalizado.
3. Nuestra vida está digitalizada, por consiguiente ella no es más “una vida”.
4. “Digitalizar” es poner números en lugar de emociones, de ideas, de actos.
5. A esta altura, vivimos principalmente dentro del campo de los números y de lo que pueda estar representado bajo la forma de números: se trata de una dominación cuyo alcance aún no podemos medir.
6. Lo digital nos aleja cada vez más de la vida real, y nosotros negamos esta deriva porque resulta evidente y pone en peligro demasiadas cosas.
7. “Digitalizar” significa siempre apuntar, congelar, esterilizar, desvitalizar y, al fin, ¡matar!
8. El hombre digitalizado ya no sabe cómo orientar su vida, ni cómo dirigirla o darle un sentido:
es digitalizado, por lo tanto no es capaz de pensar, por lo tanto no es.
9. Ser un
“homo numericus” digitalizado, es aceptar que uno no es nada: la copia de algo o de alguien que no ha dejado huella.
10. “Tomar la delantera” quiere decir que “lo real” deviene accesorio, pero también que “la realidad” ya no interesa a nadie, y, en fin: que “lo digital” logra ser autosuficiente.
Trad.: Ofélia Jany y Chiara Giordano