En la próxima reunión de los ministros de Finanzas y los gobernadores de los bancos centrales del G20, que se celebrará los días 22 y 23 de febrero en Sídney, se deben tomar las medidas necesarias para reformar el sistema fiscal internacional y, así, poner freno a la evasión y la elusión de impuestos por parte de las personas y empresas más ricas.
Oxfam afirma que cada año se pierden miles de millones de dólares debido a las lagunas "fiscales" y la evasión y elusión de impuestos. Esta brecha debe ser cubierta. Gran parte de dicho dinero podría destinarse a financiar servicios de salud o educación en países en desarrollo y, así, ayudar a las personas a salir de la pobreza y reducir su dependencia de la ayuda oficial al desarrollo.
La directora ejecutiva de Oxfam Australia, la doctora Helen Szoke, ha acogido con satisfacción la iniciativa del Gobierno australiano de hacer de la reforma del sistema fiscal internacional una cuestión prioritaria para su presidencia del G20 durante este año 2014.
Como resultado, la labor del G20 este año será juzgada en función de cómo aborde el problema de la evasión y la elusión de impuestos, promueva la transparencia fiscal a nivel internacional y se asegure de que los países en desarrollo también se benefician de estos cambios, especialmente de los relativos al intercambio de información. "Como anfitrión del G20, Australia tiene la responsabilidad de liderar el restablecimiento de la justicia y la integridad del sistema fiscal internacional", afirma la doctora Szoke.
La lucha contra la evasión fiscal
"El régimen fiscal internacional está roto y esto contribuye al aumento de la desigualdad de ingresos y al escándalo que vivimos hoy en día: que las 85 personas más ricas acumulen tantas riquezas como la mitad de la población más pobre del planeta. No podemos permitir que las empresas y personas más acaudaladas sigan ocultando sus beneficios en paraísos fiscales para así eludir sus responsabilidades tributarias".
"La elusión de impuestos unida a unos gravámenes bajos facilita el flujo ilícito de enormes cantidades de dinero desde los países más pobres. Debido a esto, entre 2008 y 2010, los países del África subsahariana perdieron una media de 63.400 millones de dólares cada año; más del doble del dinero que recibieron en forma de ayuda oficial al desarrollo".
Los ministros de Finanzas del G20 deben hacer progresos hacia mejores sistemas fiscales nacionales e internacionales. Éstos son vitales tanto para el fortalecimiento de las economías de los países ricos como para alcanzar un desarrollo económico y humano sostenible en los países en desarrollo.
Es necesaria la participación de los países en vías de desarrollo
"La única forma de garantizar que los países en vías de desarrollo se beneficien de estas reformas es involucrarlos en el proceso desde el primer día", señala la doctora Szoke. "Por este motivo, este fin de semana queremos que los ministros de Finanzas del G20 acuerden un proceso que permita la participación de todos los países en desarrollo en la iniciativa sobre erosión de las bases imponibles y traslado de beneficios (iniciativa BEPS) de la OCDE".
El objetivo de esta iniciativa es aplicar sanciones a las empresas que declaren sus beneficios en países con impuestos bajos y sus pérdidas en países con impuestos altos con el objetivo de eludir sus obligaciones tributarias.
Progresos en materia de transparencia
Oxfam también demanda progresos en materia de transparencia. "El G20 debe exigir a las empresas multinacionales que publiquen el desglose de su personal, activos, ventas, beneficios e impuestos en cada uno de los países en los que operan", señala.
"Reformar el sistema fiscal internacional e incrementar la transparencia no sólo permitirá que más personas puedan salir de la pobreza y reducir su dependencia de la ayuda oficial al desarrollo, sino que también contribuirá a que el G20 pueda alcanzar su objetivo de fortalecer su crecimiento económico y el empleo este año”.