En su intervención ante un millar de participantes en el IV Congreso Mundial de la Agricultura de Conservación (AC) en Nueva Delhi, Shivaji Pandey, Director del Departamento de Producción y Protección Vegetal de la FAO, aseguró que la AC juega un papel esencial en esa transformación.
"El mundo no tiene otra alternativa que la de intensificar la producción agrícola sostenible para hacer frente a la creciente demanda de alimentos y piensos, mitigar la pobreza y proteger sus recursos naturales. La agricultura de conservación es un elemento clave de esta intensificación", explicó Pandey.
La agricultura de conservación se puede hacer sin arar y sin labores preparatorias de la tierra, al tiempo que protege la cubierta permanente del suelo y promueve la rotación de cultivos diversificados para garantizar una óptima condición y productividad del suelo. Introducida hace cerca de 25 años, se practica hoy en unos 100 millones de hectáreas de tierras agrícolas en todo el mundo.
Daño medioambiental
Los métodos tradicionales intensivos de cultivo con frecuencia han contribuido a dañar al medio ambiente, resultando en un descenso de la productividad agrícola, justo cuando el planeta necesita doblar su producción de alimentos para atender a los 9 000 millones de habitantes que tendrá en 2050, según Pandey.
"En nombre de la intensificación -explicó- en muchas partes del mundo los campesinos han arado, utilizado fertilizantes, regado y aplicado pesticidas en exceso" "Pero al hacerlo así también han afectado en todos sus aspectos al suelo, el agua, la tierra, la biodiversidad y los servicios que proporciona un ecosistema intacto. Así se inició un declive el crecimiento de los rendimientos", añadió Pandey.
Siguiendo la actual tendencia, se espera que la tasa de crecimiento de la productividad agrícola caiga hasta el 1,5 por ciento de aquí a 2030, y al 0,9 por ciento entre 2030 y 2050, comparado con el 2,3 por ciento anual desde 1961.
En los países en desarrollo, el crecimiento en el rendimiento del trigo ha descendido desde cerca del 5 por ciento en 1980 hasta el 2 por ciento en 2005. El crecimiento en la productividad del arroz bajo de forma muy marcada desde el 3,2 por ciento al 1,2 en el mismo período, mientras que el rendimiento del maíz cayó desde el 3,1 hasta el 1 por ciento.
Impacto menor
La agricultura de conservación podría no solo colaborar a recuperar el rendimiento, si no también aportaría diversos beneficios medioambientales, según Pandey. Además de restablecer la salud del suelo, también se ahorra en la energía usada en la agricultura, reduciendo el impacto de un sector que en la actualidad supone cerca del 30 por ciento de las emisiones mundiales de gases causantes del efecto invernadero.
Igualmente puede mitigar aún más el cambio climático al ayudar a mantener el carbono en el suelo y ahorra potencialmente 1 200 km3 de agua anualmente para el año 2030, ya que un suelo en buenas condiciones retiene más humedad y necesita menos riego.
Tan solo a través de la intensificación sostenible de la producción agrícola se puede realizar un progreso serio hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio para la reducción del hambre y la pobreza y para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente, advirtió Pandey" Actualmente -dijo- vamos en la mala dirección en ambos casos".
Pandey urgió a los gobiernos, donantes y otras partes implicadas a que den apoyo político y financiero para garantizar un lanzamiento más amplio y rápido de la AC. Será necesario acelerar la formación, la investigación participativa y la creación de organizaciones campesinas más sólidas, al tiempo que se deberían distribuir ampliamente o fabricar a nivel local los nuevos equipamientos desarrollados para la AC.
Entre los delegados al Congreso, de cuatro días de duración, figuran campesinos, expertos y responsables de políticas de todo el mundo. La reunión se realiza por invitación del Consejo Indio de Investigación Agrícola (ICAR) y la Academia Nacional de Ciencias Agrícolas (NAAS, por sus siglas en inglés). La FAO, junto al FIDA y otros organismos indios e internacionales, figura entre los patrocinadores y coorganizadores de este encuentro, el mayor a nivel mundial de la comunidad dedicada a la agricultura de conservación. Entre los delegados al Congreso, de cuatro días de duración, figuran campesinos, expertos y responsables de políticas de todo el mundo. La reunión se realiza por invitación del Consejo Indio de Investigación Agrícola (ICAR) y la Academia Nacional de Ciencias Agrícolas (NAAS, por sus siglas en inglés). La FAO, junto al FIDA y otros organismos indios e internacionales, figura entre los patrocinadores y coorganizadores de este encuentro, el mayor a nivel mundial de la comunidad dedicada a la agricultura de conservación.
AC: Datos básicos
* En 1960, una hectárea de tierra cultivable permitía alimentar de media -a nivel mundial- a 2,4 personas. En 2005, esta cifra se había incrementado a 4,6 personas por hectárea, y las previsiones para 2050 indican que se llegará a entre 6,1 y 6,4 personas. Es obvio que se deberán producir muchos más alimentos por hectárea.
* Pero la tasa de crecimiento de la productividad agrícola está en declive, en vez de aumentar. Mientras que esta tasa era del 2,3 por ciento anual desde 1961, se espera que descienda al 1,5 por ciento de aquí al año 2030, y que baje de nuevo al 0,9 por ciento entre ese año y 2050.
* Uno de los motivos del descenso de las tasas de crecimiento de la productividad estriba en la excesiva dependencia de los campesinos en un aumento de los niveles de insumos para aumentar la producción, ya que ello daña al suelo y los ecosistemas y hace descender el rendimiento.
* Los rendimientos agrícolas de la agricultura de conservación son, como mínimo, iguales a los del cultivo intensivo convencional, pero son más estables y necesitan de una aplicación menor de productos químicos, mientras que los sistemas convencionales requieren a menudo dosis mayores para obtener los mismos resultados. La AC es mucha más sostenible para el medio ambiente.
* Al no necesitar arar y preparar la tierra de forma regular, la AC reduce la carga de trabajo de los campesinos en un 50 por ciento de media. Es también más barata, ya que se necesitan menos insumos, y los agricultores mecanizados pueden ahorrar hasta un 70 por ciento en el gasto en combustible.
* Los tres principios básicos de la CA -evitar la alteración mecánica del suelo de forma continua, mantener la cobertura orgánica permanente del suelo y garantizar una adecuada rotación de cultivos- permiten tener un suelo en mejores condiciones, capaz de producir más en caso de sequía o exceso de agua y con el potencial de ahorrar unos 1 200 km³ de agua anuales para 2030.
* Puede ayudar a mitigar el cambio climático, no solo al reducir los gases de efecto invernadero producidos por el uso agrícola de las tierras -que supone cerca del 30 por ciento del total de emisiones- si no también al ayudar a mantener el carbono en el suelo a una media de 0,5 toneladas anuales por hectárea. Esta cifra supone en la actualidad 54 millones de toneladas, pero se incrementará con el número de hectáreas que se destinen a la AC.
- Enlaces relacionados
Intensificación de la Producción Sostenible (en inglés)
Agricultura de Conservación
IV Congreso Mundial de la Agricultura de Conservación (en inglès)
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