El 20 de mayo, la Comisión ha adoptado sus propuestas para mejorar las relaciones con sus socios mediterráneos a través del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo. Tras la decisión del Consejo Europeo de primavera, la Comisaria Sra. Ferrero-Waldner presentó el esquema de las estructuras del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo, cuyo objetivo es infundir nueva vitalidad y visibilidad a las relaciones de la UE con los socios de la región mediterránea. Entre estas estructuras figuran la Secretaría que se creará para impulsar y hacer un seguimiento de los proyectos y un Comité permanente de representantes euromediterráneos. El documento de política general expone también ideas de proyectos que constituirían medidas visibles y tangibles de mejora de la calidad de vida y los medios de subsistencia de las poblaciones de la región. Esta última iniciativa destaca el compromiso constante de la UE para con la región mediterránea, una región que reviste una importancia estratégica capital tanto a nivel político como económico. Las propuestas expuestas en la Comunicación se presentarán en la cumbre inaugural del Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo, que se celebrará en París el 13 de julio de 2008.
El Presidente Barroso se expresó en estos términos: «Es un momento crucial para la Unión Europea y nuestros socios mediterráneos. El proceso de Barcelona ha demostrado su utilidad para tender puentes entre los socios mediterráneos. El impulso transmitido por la próxima Presidencia francesa de la UE nos brinda la ocasión de reforzar y completar este instrumento esencial de cooperación. Será necesaria, no obstante, una voluntad política más firme, en ambos lados de este mar de civilizaciones, el Mediterráneo, para aprovechar esta ocasión de reforzar el entendimiento, la paz y la prosperidad entre todas nuestras naciones, culturas y religiones, en beneficio de nuestros ciudadanos.»
Benita Ferrero-Waldner, miembro de la Comisión encargada de las Relaciones Exteriores y de la Política Europea de Vecindad, declaró por su parte: «El proceso de Barcelona tiene sus defensores y detractores. Sin dejar de reconocer que se han realizado muchas cosas en los casi 13 años de asociación, somos también conscientes de que queda aún mucho por hacer para que nuestros logros futuros estén a la altura de las expectativas. Tenemos un fuerte compromiso respecto de la región mediterránea, del que son una muestra patente las propuestas que hoy formulamos, y deseamos una asociación más coherente basada en la apropiación compartida del Proceso. Nos complace aportar un mayor valor añadido al Proceso de Barcelona completándolo con una Unión para el Mediterráneo.»
La presente Comunicación hace el balance de las realizaciones del Proceso de Barcelona y plantea una iniciativa nueva que se basará en estos éxitos y los reforzará, reconociendo al mismo tiempo las deficiencias que han impedido un desarrollo más rápido.
Si bien la Política Europea de Vecindad ya aborda las necesidades que existen en la región con un enfoque diferenciado en el marco de las relaciones bilaterales con los socios mediterráneos, el Proceso de Barcelona: Unión para el Mediterráneo vendrá a completarlo basándose en los puntos fuertes como expresión del compromiso político regional.
El documento de política general constituye una respuesta a la petición del Consejo Europeo de los días 13 y 14 del pasado mes de marzo, que aprobó el principio de una Unión para el Mediterráneo e invitó a la Comisión a presentarle propuestas para definir sus modalidades. La Declaración de Barcelona y su acervo siguen siendo la piedra angular de la nueva iniciativa; sus objetivos y sus ámbitos de cooperación siguen siendo válidos.
Conviene señalar, no obstante, que una relación política reforzada amplía y consolida el nivel político y el marco de cooperación. Está prevista la celebración de cumbres bianuales de los Jefes de Gobierno y la instauración de una copresidencia encargada de organizar estas cumbres, así como reuniones anuales de los Ministros de Asuntos Exteriores, reuniones ministeriales sectoriales y reuniones de altos funcionarios y del Comité Euromed. Se instituirá una Secretaría conjunta para velar por la promoción y el seguimiento de los proyectos; asimismo, la Comisión propone crear un Comité permanente de representantes europeos y mediterráneos.
Los proyectos constituyen el núcleo de la nueva iniciativa. La Comisión ha determinado posibles ámbitos para proyectos que puedan estimular el crecimiento, el empleo, la cohesión regional y la integración económica. Entre estos ámbitos podrían figurar la energía y la seguridad energética, el medio ambiente, la protección civil y los transportes.
La realización de estos proyectos dependerá de la movilización de fondos suplementarios además de las habituales dotaciones presupuestarias ya existentes. Estos recursos financieros deberán proceder del sector privado, las instituciones financieras internacionales, la cooperación bilateral y las contribuciones de los Estados miembros de la UE y de los socios mediterráneos.
Contexto
Desde su inicio en 1995, el Proceso de Barcelona ha sido el instrumento central de las relaciones euromediterráneas y representa la asociación de 39 Gobiernos y más de 750 millones de personas. Ha sido el elemento impulsor en favor de la paz, la seguridad y una prosperidad compartida en una región en la que el progreso se ha visto a menudo obstaculizado por conflictos prolongados y los escasos esfuerzos de reforma. En este contexto, la Asociación ofrece un marco de diálogo permanente, compromiso y desarrollo. Desde 1995, la Comisión Europea ha apoyado el Proceso de Barcelona con más de 16 000 millones de euros procedentes del presupuesto comunitario.
Para mayor información, consúltese: http://ec.europa.eu/external_relations/euromed/index.htm
Partager | |||
Google + | |||
Messenger | Blogger |