En una resolución adoptada por unanimidad, el Consejo instó a todos los actores políticos de la región a cooperar con la misión de la UNIFIL, cuyos efectivos se aumentaron a 13.500 luego de la guerra en julio y agosto de 2006 entre las milicias de Hezboláh y el ejército de Israel.
El texto, promovido por Francia, también llama a todas las partes implicadas a respetar el cese de hostilidades y la Línea Azul.
Además, el Consejo reitera su intención de estudiar nuevas medidas para contribuir a la implementación de un alto el fuego permanente y a encontrar una solución de largo plazo.
El documento encomia la labor desempeñada por UNIFIL durante el último año al considerar que, junto con las Fuerzas Armadas de Líbano, ha ayudado a la estabilización del sur del país.
La resolución explica que el Consejo aún cree que la situación en Líbano constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacionales.
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