El Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, hizo hoy un llamamiento en la cumbre del G-8 que se celebra en San Petersburgo (Federación de Rusia) solicitando un mayor apoyo financiero de la comunidad internacional para que los países en desarrollo, en particular los de África, puedan alcanzar los objetivos básicos de la educación. En su discurso, Matsuura expresó su acuerdo con la opinión del primer ministro británico, Tony Blair, sobre la importancia de establecer mecanismos de cooperación con África y de apoyar por ejemplo el Segundo Decenio de Educación para África de la Unión Africana. Matsuura se refirió también a la contribución de la UNESCO a la organización de la Cumbre de la Unión Africana celebrada en Jartum, Sudán, en enero de 2006, dedicada a la cultura y la educación. En este sentido, Matsuura subrayó que la Comisión del Reino Unido para África establecida por el premier británico Tony Blair identificó a su vez la cultura como uno de los pilares del desarrollo, unida a la educación. El Director General agregó que la UNESCO apoyará la Cumbre de la Unión Africana prevista en enero de 2007, que se centrará en la ciencia y la tecnología, temas cruciales para el desarrollo de África.
El Director General recalcó que el acceso a una educación básica de calidad para todos los niños es algo vital para África y su desarrollo. “Todavía hay más de 100 millones de niños que no van a la escuela, lo que supone cerca del 18% de los niños en edad escolar. Además, el problema es muy serio en el África subsahariana: en África Occidental y Central, 50% de los niños en edad escolar están privados de educación, y en África Oriental y del Sur, este porcentaje supera un tercio”. La declaración del G-8 afirma muy correctamente que la educación es el centro del progreso humano, dijo Matsuura, agregando que su importancia es también vital en la construcción de naciones, en el desarrollo y en la reducción de la pobreza.
En lo relativo a la ayuda para la educación, el Director General de la UNESCO destacó que los países en desarrollo han de hacer todo lo posible para movilizar recursos internos, pero que para alcanzar antes de 2015 los seis objetivos de la Educación para Todos (EPT) se necesita también más ayuda exterior. La ayuda externa necesaria para la educación es de 12.000 millones de dólares anuales y, pese a los aumentos recientes, reconoció Matsuura, todavía faltan 7.600 millones de dólares anuales.
El Director General pidió al mundo que mantenga sus compromisos con África y pidió que la brecha financiera que afecta a la educación básica sea cubierta en todo el mundo, pero especialmente en África.
UNESCOPRESSE Nº83- 2006-2
El G-8 aprobó el 16 de julio un documento llamado “Educación para las sociedades innovadoras del siglo XXI”, en el que sus líderes reafirmaron su compromiso con las prioridades de la EPT y felicitaron a la UNESCO “por sus esfuerzos para concluir un Plan de Acción Global destinado a lograr los objetivos de la EPT y proporcione un marco gracias al cual los organismos multilaterales puedan realizar acciones coordinadas y complementarias en apoyo de lo que los países hagan a nivel interno”. A través de este documento, los líderes del G-8 “pidieron a la UNESCO y al resto de los organismos participantes en el Plan de Acción de Dakar –Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y Banco Mundial– que apoyen la armonización y la adecuación con las prioridades, planes y objetivos nacionales y utilicen las capacidades únicas de cada uno de estos organismos para evitar la duplicación estéril de esfuerzos y aumentar la eficacia”. Los líderes del G-8 pusieron también de manifiesto su apoyo continuado a una aplicación efectiva de la Iniciativa de Financiación Acelerada (IFA) de la EPT y reiteraron su compromiso de ayudar a África a cumplir los objetivos de la EPT.
Como seguimiento de la Cumbre, el G-8 agradeció también la oferta de Italia, que propuso celebrar en cooperación con la UNESCO un Foro Mundial titulado: “Educación, innovación e investigación: nueva alianza para un desarrollo sostenible”.
Por último, los líderes del G-8 pusieron de manifiesto la importancia de desarrollar sistemas educativos modernos y efectivos para enfrentar los desafíos de una economía mundial basada en el conocimiento. Para ello, resolvieron “alentar las inversiones en el llamado ‘triángulo del conocimiento’, es decir, la educación, incluida la educación a lo largo de toda la vida, la investigación y la innovación”. Los líderes del G-8 “acordaron cooperar con asociados en el desarrollo y otras partes interesadas para lograr una educación básica de gran calidad, la alfabetización y la igualdad entre los sexos de conformidad con los Objetivos de Desarrollo del Milenio relativos a la educación y las metas del movimiento en pro de la Educación para Todos”.