Los recientes brotes de gripe aviar en Europa, Medio Oriente y África han provocado un dramático descenso del consumo de productos avícolas, la aparición de restricciones al comercio y una fuerte caída de los precios, según advirtió hoy la FAO. La agencia de la ONU prevé para este año un desplome del consumo de productos avícolas en muchos países europeos, mediorientales y africanos que han sido golpeados por la gripe aviar. A la vez que los temores infundados sobre el contagio de la enfermedad hacen disminuir el consumo y las importaciones, los bajos precios a nivel domestico frenarán la producción.
“Una erosión constante en los datos del consumo de productos avícolas situará previsiblemente la cifra a nivel mundial en 2006 en 81,8 millones de toneladas. Son cerca de 3 millones de toneladas por debajo de la estimación previa para este año, que era de 84,6 millones de toneladas”, aseguró la experta en productos agrícolas de la FAO, Nancy Morgan.
Con la aparición de los primeros brotes de gripe aviar a comienzos de 2004, la caída del consumo en Asia y la pérdida de los mercados para la exportación llevó a un descenso del 8 por ciento en el comercio avícola internacional. Hasta fecha reciente, los precios de los productos avícolas habían subido en más de un 30 por ciento en el mercado internacional debido a la escasez de productos para la exportación.
La evolución de la situación en 2006 indica que las tendencias del mercado son distintas. La caída del consumo está llevando a un descenso progresivo de la demanda mundial de importaciones de pollos. Se espera que los precios evolucionen a la baja, amenazando la rentabilidad de la industria avícola a nivel mundial, así como los medios de subsistencia y las oportunidades de empleo en el mundo rural en los países en desarrollo.
Caída del consumo
En Europa, la caída del consumo oscila desde un dramático 70 por ciento en Italia, a mediados del pasado febrero, a un 20 por ciento en Francia o un 10 por ciento en los países de Europa del Norte. Este tipo de reacción ya se produjo en el continente a finales de 2005, cuando la preocupación entre los consumidores por los brotes de gripe aviar llevó a un descenso del consumo del uno por ciento sobre la media anual en 15 países de la Unión Europea.
En África, los consumidores de países afectados, como Egipto y Nigeria, están dejando de comprar aves de corral y huevos, al igual que los ciudadanos en países vecinos que todavía no han sido afectados.
En India se ha registrado un descenso del consumo del 25 por ciento, con la caída de los precios de entre un 12 y 13 por ciento, y un descenso previsto en la producción.
La caída de los precios está sembrando la incertidumbre entre los exportadores sobre las perspectivas para 2006.
Con la búsqueda de alternativas al consumo de pollo por parte de los consumidores, las previsiones sobre el comercio avícola mundial se verán afectadas con respecto al 10 por ciento de aumento experimentado en 2005. Por ello, la estimación de la FAO de los intercambios comerciales para 2006 ha tenido que ser rebajada en 500 000 toneladas respecto a los 8,6 millones iniciales.
En Estados Unidos, los precios de los pollos troceados para la exportación, tras alcanzar un nivel récord el pasado octubre, cayeron un 13 por ciento como resultado del descenso de los envíos hacia Europa oriental y Asia central en noviembre y diciembre.
En Brasil, donde las exportaciones suponen aproximadamente el 30 por ciento del total de la producción avícola, el precio de los polluelos recién nacidos, que puede servir como indicador de cambios potenciales en la producción, ha descendido en forma brusca. Brasil y Estados Unidos generan alrededor del 70 por ciento del comercio avícola a nivel mundial. Los mayores productores y exportadores son -en orden de importancia- Estados Unidos, Brasil y la Unión Europea.
Desaparecen los medios de subsistencia
Los pequeños productores en muchos países en desarrollo están perdiendo sus ingresos y sus medios de subsistencia, y enfrentándose al riesgo de inseguridad alimentaria. En Nigeria, por ejemplo, el sacrificio masivo de las aves y la caída de los precios deja a los campesinos sin un recurso vital, al tiempo que muchos empleados en las granjas pierden sus puestos de trabajo.
La crisis ha afectado también al sector de los piensos avícolas en Europa, con un volumen de 42 000 millones de dólares anuales, y que ve como la demanda ha descendido en algunos países hasta un 40 por ciento.
En todo el mundo, cerca de 200 millones de pollos han sido ya sacrificados o han muerto ha causa de la epidemia desde que la crisis de la gripe aviar se inició a finales de 2003.