Ref. :  000002044
Date :  2001-11-09
langue :  Espagnol
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Objetivos y problemática de la cuarta conferencia ministerial de l’OMC en Doha, Qatar

Source :  GERM


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Introducción

Después del fracaso de la cumbre de Seattle(1 ) en diciembre de 1999, los representantes de 142 países se reúnen en Doha, Qatar, del 9 al 13 de noviembre para celebrar la cuarta conferencia Ministerial (2 )de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Simultáneamente, principalmente en Washington, Otawa y Beirut, cientos de miles de personas se manifiestan contra las prácticas de esta organización cuya representatividad ponen en tela de juicio. En Qatar, la OMC deberá retomar las cuestiones que no encontraron solución en Seattle. Esta última reunión introdujo en la tabla de negociaciones las llamadas preocupaciones no comerciales, como las normas sociales y el medio ambiente, lo cual representó una inovación ampliamente aplaudida por los países desarrollados. Sin embargo, para los países en desarrollo las preocupaciones no comerciales representan un pretexto del Norte para mantener su hegemonía económica. Además de esta cuestiones, nuevos temas, como la entrada de China y sus socios comerciales (Taiwán, Hong Kong) a la OMC, se incluirán en la agenda de Qatar.

No hay que olvidar que la reunión de Doha se desarrolla en un contexto internacional económica y políticamente inestable. Los atentados del 11 de septiembre renforzaron un proceso de recesión económica que comenzaba a vislumbrarse. En su reporte anual de 2001, la OMC advirtió que el crecimiento en volumen del comercio mundial no rebasaría el 2 %, lo cual representa un fuerte retroceso en comparación al 12 % de crecimiento registrado en el 2000. Además, algunos analistas subrayan el peligro de llevar a cabo una conferencia internacional de tal importancia en un contexto de guerra y sobre todo en un país tan próximo a la zona de conflicto. Sin embargo, otros expertos aplauden la decisión de negociar reglas internacioales de comercio dada la urgencia de reactivar la economía mundial.

En fin, en Qatar la misión será doble para los países miembros de l’OMC: por un lado, acordar un proyecto que sirva de cuadro de negociación capaz de poner en marcha la economía mundial, y por otro lado, recobrar la legitimidad perdida del multilateralismo en un contexto internacional desfavorable.

I. Relevancia y Objetivos de la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC



A) ¿ Cuál es la relevancia de esta cumbre? ¿Qué es lo que está juego?

La mundialización económica es un fenómeno antiguo que, gracias a los avances tecnológicos y al progreso de los intercambios internacionales, ha adquirido un alcance cuantitativa y cualitativamlent global. Efectivamente, las relaciones comerciales repercutan cada vez mas sobre la esfera social, el medio ambiente, la salud, la cultura, las formas de vida, etc, lo cual genera crecientes preocupaciones relacionadas a la pérdida de empleos, la homogeneización cultural, la erosión de la soberanía estatal, la ampliación de la brecha entre países ricos y pobres... En este contexto se afirma la necesidad de una instancia internacional de regulación capaz de tomar en cuenta todos los ámbitos (sociales, de salud, del medio ambiente) relacionados al comercio y capaz de demostrar que la mundialización es aún gobernable.

La OMC, como instancia reguladora del comercio mundial, parece ser la única organización con el poder y la legitimidad necesarios para lograr dicha tarea. La OMC es aceptada y reconocida por 142 países (3 ) y dispone de un poder normativo supranacional gracias a su órgano de Réglamento de Diferendos (ORD) (4 ). Sin embargo ¿ qué tan conveniente sería una OMC capaz de regular en las esferas social y política dada la creciente interrelación del comercio con el medio ambiente, las normas sociales, el desarrollo y la salud pública ? Esta cuestion pone en evidencia dos problemas: por un lado, si la OMC no tomara en cuenta todas las dimensiones relacionadas al comercio mundial, correría el riesgo de edictar normas incompatibles con el medio ambiente, la salud pública, el desarrollo de los países pobres, etc. Si embargo, por otro lado, si expandiera sus competencias y se erigiera en juez universal, toda actividad humana estaría sometida a su jurisdicción y sería supeditada a la economía. Frente a tal contradicción, la OMC debe limitarse a dos roles: un rol normativo en materia comercial y un rol de árbitro en las otras esferas, partiendo de las normas elaboradas por las organizaciones internacionales competentes (OIT para el trabajo, PNUD para el desarrollo, OMS para la salud, FAO para la alimentación...)

Después de la suspensión de negociaciones de Seattle, la OMC está obligada a forjar un consenso entre los Estados Unidos (EU), la Unión Europea (UE) y los paises en desarrollo (PED) a fin de recuperar la legitimidad perdida del multilateralismo como régimen de cooperación internacional. Esta, es una de las tareas mas difíciles dadas las profundas divergencias entre los paises del Norte y del Sur sobre temas tan sensibles como las normas sociales, el medio ambiente, la ayuda al desarrollo, etc. Entre l’UE y los EU también persisten los puntos de vista encontrados sobre todo en los sectores de la agricultura y los servicos audiovisuales. Finalmente, la OMC deberá desarrollar la transparencia en sus negociaciones internas dada las crecientes y legitimas exigencias de la opinión publica internacional. Dicho proceso de transparencia implica un libre acceso a los servicios de información y a los documentos de trabajo.

B) Objetivos: ¿ En torno a cuales puntos va girar la negociación ?

a) La agenda “incorporada” (“Built-in Agenda”)

La agenda del programa mínimo definido en Marrakech en 1994 y retomado en Seattle en 1999, será objeto de revisión. Esta agenda trata esencialmente las negociaciones sobre la agricultura y los servicios.

b>- Agricultura :

La agricultura es uno de los sectores mas importantes pero también uno de los mas conflictivos en el seno de las negociaciones de la OMC. Los EU y los países miembros del grupo de Cairns (5 ) ponen en tela de juicio la política agrícola común de la UE. Los países del Cairns buscan el desmantelamiento de toda forma de apoyo a la agricultura ya que consideran que las subvenciones directas constituyen barreras al comercio y contribuyen al empobrecimiento del sector agrícola de los PED. Este grupo defiende el principio de una liberalización total de los intercambios comerciales en el sector agrícola pues consideran que en la agricultura, como en los otros sectores comerciales, deben entrar en juego las “ventajas comparativas”. Los EU también buscan la supresión de las subvenciones a la agricultura de la PAC para facilitar la entrada de sus productos a los mercados europeos.

Por su parte, la UE acepta una disminución gradual de las subvenciones pero rechaza su supresión total. La UE considera que la agricultura no es una mercancía ya que tiene otras funciones que van mas allá de lo económico como, por ejemplo, el mantenimiento del empleo y del lugar de trabajo de los agricultores, la responsabilidad de la seguridad alimenticia y sanitaria, la preservación del medio ambiente y de la diversidad culinaria. A pesar de su política común, las divergencias subsisten al interior de los países comunitarios. Los paises liberales aceptan el desmantelamiento de las subvenciones mientras que los países del sur reclaman el reequilibrio de estas subvenciones en favor de los sectores mediterráneos. Los países del norte quieren hacer valer sus preocupaciones específicas en materia de protección del medio ambiente y del bien estar de los animales. Sin embargo, estas divergencias no se reflejan en las negociaciones ya que la UE defiende en bloque un sólo modelo agrícola europeo.

Servicios:

En el cuadro de negociaciones de la OMC, a diferencia del GATT, los servicios no están abiertos a la negociación a menos que los países miembros los propongan en la mesa de negociaciones. La cuestión es pues, de saber si la OMC puede ampliar su competencia a los servicios no mercantiles como la educación y la salud, los cuales están estrechamente ligados a las tradiciones nacionales. Entre éstos, la liberalisación de los servicios culturales es el objeto de profundas discordias entre la UE y los EU.

Durante el ciclo de negociaciones de Marrakech en 1994, la UE se pronunció por la preservación de su capacidad para definir y poner en práctica su política cultural y audivisual. Para la UE, la competencia en materia de producción y distribución de bienes culturales y en particular de los audiovisuales podría provocar la erosión de la diversidad cultural. En nombre de la “excepción cultural” la UE logró mantener fuera de las negociaciones a productos considerados como “culturales”, por ejemplo las películas, los cuales no pertenecen a la jurisdicción de la OMC. Para los EU, este principio es un velo al proteccionismo ejercido por l’UE sobre su industria cultural. Algunos Estados intentaron también excluir de las negociaciones a los bienes ofrecidos via Internet argumentando que se trata de bienes virtuales y de mercancias inmateriales. L’UE, por su parte, defendió que el modo de transmisión de un bien no modifica la naturaleza de éste y que las transacciones electrónicas deben ser calificadas como servicios.

a) La agenda “ampliada”

Temas mas recientes, y por lo general mas delicados, que no encontraron respuesta en Seattle, habrán de ser retomados en Qatar.

Normas sociales

La dimensión social se ha convertido en una preocupación mayor de los críticos de la mundialización económica. Temas como el trabajo infantil, el trabajo forzado, la falta de respeto de los derechos sindicales, han adquirido una gran relevancia en la opinión pública internacional, la cual ha orillado a importantes firmas multinacionales a aplicar códigos de conducta “éticos” en los países en desarrollo. Sin embargo, para muchos de estos PED, la mano de obra constituye un elemento mayor de la competitividad de sus productos de exportación, razón por la cual rechazan la intromisión en las negociaciones comerciales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), encargada de la promoción y la adopción de normas internacionales del trabajo. Es por ello necesario que la OMC tome en cuenta no sólamente las cuestiones morales de las claúsulas sociales, sino también sus efectos sobre el crecimiento y el desarrollo de los PED.

Los defensores de la aplicación de las claúsulas socialesafirman que éstas competen mas a los Derechos Humanos que al derecho laboral. De lo que se trata es entonces de defender la dignidad humana contra la explotación. Sin embargo, la imposición de tales claúsulas sociales a vocación moral podrían conducir a situaciones mas miserables, digamos mas amorales, como la prostitición, el desarrollo de la pobreza, la desocialización, etc. Tampoco podemos negar que las barreras nacionales (económicas, históricas, culturales) seguido impiden la aplicación de normas a título universal. No obstante, también es cierto que los PED al convertirse en miembres de la OMC, o de cualquier otra organización internacional, se comprometen a promover y a aplicar las normas y los valores considerados como universales, como la protección de la dignidad humana, haciendo del universalismo una elección voluntaria.

En lo conciernente al impacto de las normas sociales sobre el desarrollo, los PED afirman que la aplicación dichas normas jugaría de manera desfavorable sobre su crecimiento económico. Tal afirmación es corroborada por los economistas neoclásicos que afirman que las normas sociales y de protección del medio ambiente representan barreras a la libre competencia y al funcionamiento normal del mercado de trabajo, es decir, que introducen “distorsiones sobre el mercado”. Por otro lado, podemos afirmar que la aplicación de normas sociales podría, al contrario, eliminar las distorsiones sobre el mercado y facilitar el desarrollo de los PED gracias a la mejoración de la repartición de las riquezas.

La OMC debe entonces conciliar la promoción del repeto de los derechos laborales con el desarrollo de los PED. Para lograrlo, los países ricos habrán de conceder a los PED un acceso preferencial a los mercados del Norte, una mayor tranferencia de tecnología, programas de ayuda al desarrollo y el refinanciamiento de su deuda externa a mediano y largo plazo. Un esfuerzo de tal envergadura por parte de la OMC y de los países ricos tiene que ser culminado en estrecha colaboración con la OIT, el FMI y el Banco Mundial para la elaboración de acciones coherentes que tomen en cuenta las exigencias respectivas y en ocasiones contradictorias de los intercambios internacionales, del desarrollo económico, del desarrollo durable y del desarrollo social.

Medio Ambiente

El medio ambiente es también un tema muy delicado y debatido entre los países del Norte y del Sur (6 ). Mientras que los países del Norte abogan por la aplicación de normas al comercio para promover el "desarrollo durable", los países del Sur reafirman su derecho a explotar sus recursos naturales con el gfin de lograr su desarrollo económico. Estos últimos denincian "la deuda hostórica" de los países ricos que han explotado de forma intensiva los recursos de sus ex-colonias para llegar a su estado de desarrollo actual.

Sin embargo, frenta a tales posturas, podríamos preguntarnos en qué medida los recursos naturales, y en general el medio ambiente, pertenecen aún a la jurisdicción de los Estados. Los problemas medioamboentales, como la capa de ozono o el recalentamiento de la Tierra, atraviesan las fronteras nacionales y exigen soluciones globales, digamos multilaterales. Con la pobreza pasa lo mismo, es un problema mundial que exige soluciones multinacionales. Sin embargo, hasta ahora la
pobreza ha sido tratada como un problema interno de cada Estado. En todo caso, la respuesta al conflicto medio ambiente/pobreza se encuentra en la búsqueda de soluciones internacionales para dos de los problemas mas graves que escapan de las posibilidades y la jurisdicción de los Estados.

La búsqueda de estas soluciones multilaterales nos hace reflexionar sobre la cuestión de la erosión de la soberanía estatal y sobre la capacidad de los Estados del sur para hacer frente a sus problemas. No obstante, dichas cuestiones parecen estar mal planteadas, ya que ningún estado puede considerado como soberano si la mitad de su población vive marginalizada. Además, incluso aceptando que existan grados de autonomía, ningún Estado puede jactarse de independiente ya que las distintas formas de la mundialización estrechan los lazos económicos, políticos, sociales y culturales e incrementan la interdependencia estatal. Sobre el plano jurídico, el problema de la erosión de la soberanía tampoco tiene mucho sentido pues la OMC no goza sino de los poderes delegados por cada estado miembro. La sola regla de la OMC es que los Estados deben ser coherentes con sus compromisos y respetar toda norma acordada. Finalmente, sobre el plano político, la OMC funciona sobre el principio de reciprocidad, es decir que cada Estado se compromete a respetar acuerdos porque, a cambio, obtiene de los otros Estados beneficios que estima preferibles al statu quo.

La OMC habrá de articular su política con los acuerdos multilaterales ya existentes sobre el medio ambiente. Apróximadamente doscientos de estos acuerdos han sido firmados desde la cumbre de Río en 1992, como el protocolo de Montreal o la Convención de Kioto, los cuales se sirven cada vez más de los instrumentos económicos y comerciales (impuestos, cuotas) para lograr mayor éxito. El problema es que tales reglas interfieren con aquellas del sistema comercial
multilateral.
La OMC tendrá pues que conciliar los objetivos internacionales de respecto al medio ambiente con las exigencias del "desarrollo durable" de los PED, pero también con las reglas de apertura y no discriminaciión del sistema comercial multilateral.

Propiedad intelectual

La cuestión de la propiedad intelectual es importante para los EU, la UE y Japón, países particularmente interesados en la protección de sus productos, en especial en el sector farmaceútico y de la telecomunicaciones. Esta cuestión también toca los intereses de los PED que se sirven del pirataje para generar ventajas competitivas en la fabricación y distribución de ciertos productos. El pirataje, o la copia ilegal de artículos, se traduce en inmensas pérdidas para los países "productores", mientras que para los países "copiadores" representa una forma de "ventaja comparativa".

Uno de los principales argumentos para justificar la propiedad intelectual es que ella intenta garantizar una recompensa económica que motive el desarrollo de nuevas tecnólogías y medicamentos, por ejemplo para curar el sida. El acuerdo de Marrakech sobre la propiedad intelectual (ADPIC), que introduce las reglas en materia de propiedad intelectual, dispone que "los miembros de la OMC habran de preveer procedimientos penales y penas aplicables para los actos de pirataje deliberado de marcas registradas". Dicho acuerdo prevee explícitamente que los productos farmacéuticos y fitosanitarios sean protegidos en todos los países signatarios. Sin embargo, tales disposiciones son susceptibles de frenar las transferencias de tecnología y de dosificar la oferta de algunos productos de primera necesidad como los medicamentos. Un ejemplo ilustrativo es el de las multinacionales que, apegándose a las reglas de la OMC, ponen en duda el derecho de los PED, como Suráfrica o Brasil que tienen graves problemas relativos al sida, a acceder a los medicamentos desarrollados en los países ricos.

No obstante, hay que afirmar que la OMC dispone de medidas derogatorias para la puesta en marcha de acuerdos relacionados con la propiedad intelectual en los PED. La OMC tiene así la difícil tarea de de llegar a un acuerdo a fin de garantizar a los PED la transferencia o la venta a precios razonables de tecnología, sobre todo en los sectores de la salud, de la educación y de la agricultura.

Adhesión de China a la OMC

Con una población de 1,3 billones de habitantes, China es el quinto exportador y sexto importador de productos manufacturados en el mundo. Su acceso a la OMC podría cambiar la relación de fuerzas en favor de los países menos industrializados. Sin embargo, para los PED la entrada de China podría igualmente reperesentar un peligro a sus economías, de ahí la postura escéptica de México, dada la capacidad industrial, sobre todo textil y de calzado, del gigante asiático.

Con la entrada a la OMC, China estará forzada a reducir las enormes tarifas aduanales de sectores tan protegidos como los bancos y las telecomunicaciones, los cual permitirá que los consumidores chinos cuenten con mayor número de bienes a precios menores. Algunos especialista afirman que el acceso de China a la OMC servirá de catalisador a Pekín para reformar sus industria obsoletas, permitiendo a largo plazo la entrada de capitales y de inversión extranjera. Sin embargo, China tendrá que hacer frente a las protestas internas suscitadas por la pérdida masiva de puestos de trabajo y la quiebra de los sectores menos competitivos. Paralelamente a su entrada a la OMC, China negocia la creación de la zonae de libe-cambio mas extensa del mundo con el sud-este asiático, Japón y Corea del Sur. Así, para Pekin el verdadero desafío se anuncia económico pero sobre todo político.

II. Los actores



A) Estados Unidos y La Unión Europea.

La EU y los EU son las dos principales potencias económicas mundiales. Los intercambios transatlánticos representan en términos económicos 2000 billones de dólares en intercambios comerciales y 3000 billones de dólares en inversión. Hoy en día, aún cuando la cooperación es muy superior a la competencia, el enfrentamiento entre EU/UE se manifiesta a una escala mundial. En efecto, si la gran mayoría de los intercambios de bienes y servicios se llevan a cabo sin grandes contratiempos, en algunos sectores, como en el de la producción agrícola y el audiovisual, las disputas son aún considerables.

La agricultura es efectivamente uno de los sectores donde el enfrentamiento económico EU/UE se manifiesta con mayor intensidad. Si bien es cierto que en los años 80 la cuestión mas debatida versaba sobre la subvención pública a la producción y exportación agrícola, la controversia parece hoy día haberse desplazado hacia las cuestiones de seguridad alimenticia, principalmente a propósito de la carne con hormonas y los organismos genéticamente modificados (OGM. La producción audiovisual es también, desde ya algunos años, tema de discordia entre las dos superpotencias comerciales. En este sector, EU, que mantiene su mercado interno prácticamente cerrado, se muestra como un gran exportador. La UE, por su parte, ha registrado en estos últimos años un balance comercial deficitario, que alcanzó los 5.8 billones de euros en 1998, en el sector audiovisual. Sin embargo, la cuestión de los medios de comunicación va mucho mas allá de lo económico. Mientras que EU sotiene que los productos culturales como las películas deben estar sujetas a las mismas reglas que los otras productos comerciales, la UE obtuvo en 1994 que las películas sean excluidas de los acuerdos comerciales en nombre de la "excepción cultural".

Este enfrentamiento entre los EU y la UE no se limita a lo económico-comercial. Se trata del choque de dos modelos, uno de tradición anglosajona que gira en torno al individualismo, el otro, europeo continental, basada en la cooperación y en la regulación. Los puntos de discrepancia entre los dos modelos son numerosos, por ejemplo; (i) en la agricultura, con las acusaciones estadounidenses contra la política agrícola común, (ii) en la cultura, con la voluntad europea de preservar su especificidad cultural contra el modelo estadounidense predominante; (iii) en la aeronaútica, con el choque de los gigantes Boeing-Airbus e incluso (iv) en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ( NTIC), en particular en el caso del Internet y la telefonía móbil.

Este desface histórico y cultural puede explicar las distintas posturas de los EU y la UE en relación a la cooperación internacional, la regulación, la liberalización y la extensión de los acuerdos. No olvidemos, por ejemplo, que Estados Unidos, para evitar el desmantelamiento del orden comercial creado por y para ellos, se mostró reticente a firmar todo acuerdo para la creación de una "organización de regulación comercial internacional" a finales de los 1940. Históricamente, EU ha privilegiado el unilateralismo, el bilateralismo y el regionalismo sobre la cooperación multilateral que resulta menos favorable para ejercicio de su hegemonía. Así, EU ha orillado a otros Estados a firmar acuerdos bilaterales ( como con China y con Japón ), o bien a crear o fortalecer tratados regionales como el Tratado de libre comercio ( TLC o Nafta ) o el Area de libre comercio de las Américas ( ALCA). En las negociaciones relacionadas con la OMC, EU con el apoyo del grupo de Cairns, se inclina por un ciclo de negociaciones reducido y limitado a la agricultura, los servicios y la imposición a las industrias.

Por su lado, la Unión Europea se inclina por el multilateralismo y la apertura de un ciclo de negociaciones amplio y susceptible de tomar en cuenta las relaciones económicas internacionales en todas sus dimensiones: comerciales y financieras, pero también sociales, culturales y del medio ambiente. Esta concepción de la cooperación se debe a que la Unión Europea es una construcción multilateral que comprehende diversos intereses tanto ecnómicos, como políticos y culturales de países históricamente distintos. Bajo esta perspectiva, uno de los grandes debates de la Conferencia ministerial de Doha, versa sobre la elección entre multilateralismo y regionalismo, entra las reglas para regular o para liberalisar y entre sus campos de aplicación extensos o concretos.

B) Los Países en desarrollo

En términos generales, los países en desarrollo consideran que una liberalisación comercial controlada por las reglas de la OMC podría favorisar sus procesos de crecimiento y desarrollo económico. De hecho, son los PED quienes tienen un mayor interés en hacer respetar reglas internacionales de control comercial dado la inestabilidad sus economías. Sin embargo, éstos estiman que el sistema multilateral actual no toma en cuenta sus intereses y desemboca en acuerdos que les son desfavorables. Entre otras cosas, los PED reclaman: (i) la eliminación de barreras antidumping, sobretodo en materia de textiles y vestido; (ii) la aplicación efectiva de la claúsula de "trato especial y diferenciado" que busca meter en contexto las reglas generales de la OMC a la situación particular de los PED; en fin, (iii) una ayuda suplementaria a través de la transferencia de tecnología y la inversión extranjera para la puesta en marcha de nuevos acuerdos. Los PED estiman, igualmente, que los países ricos califican de "dumping social" al bajo nivel de salarios y de protección social predominantes en los PED, con el fin de fortalecer la hegemonía exportadora del Norte. Esta es la razón principal por la cual los PED rechazan la implicación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que regula las condiciones de trabajo a escala mundial, en las negociaciones de la OMC.

C) La Opinión pública y las ONG.

El término de Organización no Gubernamental (ONG) (8) es tan amplio que para algunos no solamente engloba a las grandes asociaciones humanitarias (fundadas generalmente sobre la base del voluntariado y sin fin lucrativo) sino también a los sindicatos, a los movimientos asociativos e incluso a las grandes empresas, de tal suerte que el gobierno estadounidense contabilisó en Seattle bajo la misma rúbrica de ONG a la Confderación campesina francesa, a Microsoft y a Coca-Cola.

Este vasto movimiento de tan diversa naturaleza, traduce las reivindicaciones de una opinión pública que, gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, tiene un mayor acceso a las grandes negociaciones mundiales. Dadas estas condiciones, la OMC está obligada simultáneamente a mejorar la transparencia de sus propias negociaciones y a preservar su carácter intergubernamental a fin de evitar la multiplicación de reivindicaciones particularistas y el triunfo de los intereses privados.

III. Perspectivas



Estados Unidos en un esfuerzo por mantener la hegemonía lograda desde el fin de la Segunda guerra mundial, continúa a favorecer las prácticas unilaterales y bilaterales que van en detrimento de la cooperación multilateral. Por su lado, la Unión Europea, con su creciente peso económico y la creación del Euro, compite con la hegemonía estadounidense. Dadas estas condiciones que privilegian la competencia sobre la cooperación, si las dos superpotencias no logran acuerdos duraderos sobre los temas escenciales, corren el riesgo de desencadenar un enfrentamiento económico de tal envergadura que la acción multilateral será dificilmente retomada.

Un fracaso en Doha, implicaría una pérdida irreversible de legitimidad de la OMC como institución llamada a dar un gobierno a la mundialización económica en todas sus dimensiones y una amenaza contra el multilateralismo como régimen privilegiado de cooperación internacional. Es por ello que Pascal Lamy, Comisario Europeo de Comercio, afirma que tal escenario significaría que "el sistema multilateral ya no es apto para asegurar un equilibrio entre la liberalizaci4on y la regulación".

En caso contrario, la cooperación multilateral podría ser reforzada gracias a la intervención - yendo más allá de la lógica EU/UE - de Japón, de China, de los grandes países emergentes como India, Brasil, Australia y, en general, de los PED y en un futuro próximo de Rusia y de Arabia Saudita.. Tal integración sería en efecto capaz de revigorizar y relegitimar al multilateralismo, permitiendo a su vez el desarrollo de los países del Sur según sus propias necesidades.

Un acuerdo político y económico que englobe 142 países con niveles de desarrollo, intereses, valores y preferencias tan variadas no podría fundarse sino sobre grandes equilibrios concernientes tanto a las normas comerciales que a los intereses no-comerciales, como el medio ambiente, las normas sociales y la salud pública.

Notas:

(1 ) La suspensión de negociaciones en Seattle, lo cual fue considerado como un fracaso, puede explicarse de dos formas. Según la primera, el fracaso fue el resultado de la divergencia entre los Etados. Las cuestiones no comerciales, como las normas sociales y el medio ambiente, fueron percibidos por países en desarrollo como India, Pakistán e Indonesia, como pretextos para disimular viejas prácticas proteccionistas de los países desarrollados. Además, la UE, Japón, Corea, Noruega y Suiza justificaron sus enormes barreras comerciales con el argumento de la diversidad de funciones de la agricultura que van mas allá del simple comercio (multifuncionalidad). Muchos de los países en desarrollo se sintieron marginalizados del proceso de toma de decisiones, sobre todo a través de los "green rooms", pequeñas reuniones donde los países poderosos intentan ejercer el verdadero poder. Una segunda explicación resalta una voctoria de las ONG, las cuales se habían hecho de un apoyo popular importante desde los preparativos de la conferencia. En realidad, parece que la conjunción de ambas hipótesis explica mejor el fracaso de Seattle.
(2 ) Instancia Suprema de la OMC que reúne al menos cada dos años a los ministros del comercio de los países miembros. En principio, la presidencia corresponde al ministro del país anfitrion cuando la conferencia tiene lugar fuera de Génova.
(3 ) Sin embargo una buena parte de la Humanidad aún no forma parte de la OMC dada la ausencia de países densamente poblados como Rusia (y hasta antes de esta conferencia China).
(4 ) Conformada por expertos, la ORD da continuidad a las quejas de los miembros, tiene la capacidad de dar o denegar la razón a un país, imponer cambios de política comercial y autorizar a un Estado a pronunciar sanciones contra otro.
(5 ) Creado en 1986 bajo la iniciativa de Australia, el grupo de Cairns reúne a países exportadores de productos agrícolas: Africa del Sur, Argentina, Australia, Brasil, Canada, Chile, Colombia, Fidji, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Paraguay, Filipinas, Tailanda, Uruguay.
(6 ) Las negociaciones preparatorias de Génova en 2001 no encontraron un acuerdo satisfactorio en los temas de la agricultura y el comercio. La Unión Europea, Suiza, Noruega y Japón consideran que el medio ambiente es una preocupación mayor y que resulta inacceptable que tal cuestión no haya sido tomada en cuenta de una mejor manera en Doha. Sin embargo, ésto es discutido por países como India, Indonesia, Pakistán, Malasia y Tanzania quienes afitrman tener preocupaciones mas inmediatas.
(7 ) Artículo 61 de la ADPIC.
(8 ) Ver artículo ONG del "Diccionario Crítico" del Grupo de Estudios e Investigaciones sobre las mundializaciones (GERM).

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