06 de julio, 2005 El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) auspicia la cumbre infantil C-8, en la que participan niños de algunos de los países más pobres del mundo para discutir temas como el VIH-SIDA, el trabajo de menores, la falta de educación, la pobreza y la guerra, así como para plantear propuestas para erradicar estos problemas.
El evento se celebra en Dunblane, Escocia, a pocos kilómetros de Gleneagles, donde se llevará a cabo la reunión de los líderes del Grupo de los Ocho (G-8).
Los menores participantes en la C-8 pidieron el acceso inmediato de todos los niños a una educación libre y de calidad.
Asimismo, solicitaron que se tomen medidas urgentes para asistir a los jóvenes infectados por el VIH-SIDA y llamaron a poner fin a la explotación infantil.
“Los líderes del G-8 firmaron los Objetivos del Desarrollo del Milenio y estamos aquí para recordarles sus responsabilidades”, dijo Reitumetse, un niño de 13 años de Lesotho.
Los niños explicaron que se han unido para que los mandatarios coloquen a la niñez entre las prioridades de su agenda.
Según los menores, para que haya justicia hace falta que los países del G-8 implementen un paquete de reducción de las deudas nacionales, asignen mayores recursos para el desarrollo y adopten políticas comerciales justas para que los países pobres puedan prosperar.
“Es vital tomar medidas porque 11 millones de niños mueren cada año a causa de enfermedades prevenibles, porque más de 100 millones de niños no tienen acceso a la escuela, porque 15 millones de niños son huérfanos como resultado del SIDA, porque 1.000 millones de niños viven en condiciones de pobreza en todo el mundo, porque no podemos aceptar esta situación más tiempo, porque no tiene que ser así”, declararon los participantes en el C-8.