La inscripción de la ciudad de Bam y su paisaje cultural, escala de la antigua Ruta de la Seda, en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO y la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro será objeto de una ceremonia conmemorativa que tendrá lugar el 27 de diciembre, primer aniversario del terremoto que destruyó gran parte de este sitio histórico y acabó con la vida de más de 26.000 personas.
Entre las personalidades que asistirán a la ceremonia en Arg-e Bam –la ciudadela, gravemente deteriorada por el terremoto–, estará el Vicepresidente de la República Islámica del Irán, Hossein Marashi, que preside la Organización del Patrimonio y Turismo Culturales (ICHTO) de su país. El Subdirector General de Cultura de la UNESCO, Mounir Bouchenaki, participará también en este acto en nombre del Director General, junto con representantes de las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas que trabajan en Bam (PNUD, CINU, FAO, OMS y UNICEF) y delegados de los gobiernos de Francia, Italia y Japón. Es posible que Mohammad Jatamí, Presidente de la República Islámica del Irán, esté presente también en el evento.
La UNESCO está encabezando los esfuerzos de la comunidad internacional para preservar el sitio cultural de Bam. Su labor comenzó inmediatamente después del terremoto, prestando asistencia a las autoridades iraníes para salvaguardar los restos del sitio y ayudando a la población, especialmente en el área de la educación. La UNESCO y los poderes públicos de Irán, de concierto con otras organizaciones internacionales y proveedores de fondos, han definido una serie de acciones prioritarias para preservar el “valor universal excepcional” del sitio, que es el que motivó la decisión del Comité del Patrimonio Mundial de inscribirlo en la Lista del Patrimonio Mundial el pasado mes de julio. Así, se dará prioridad al estudio de los vestigios arqueológicos que quedaron al descubierto tras el terremoto y se movilizará a la población, muy apegada al sitio, para que participe en programas de salvaguardia.
En la segunda reunión del Comité Internacional de Iniciativas para Bam,1 celebrada a principios de este mes, se definieron las siguientes tareas prioritarias para el sitio:
# Preparar un nuevo plan de gestión con disposiciones de orden jurídico, institucional y técnico, a fin de garantizar la protección del sitio inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial, que es mucho más vasto que la ciudadela y abarca el paisaje circundante, donde se puede encontrar el sistema tradicional de regadío formado por la red de acequias subterráneas denominadas qanats.
# Utilizar técnicas tradicionales y mano de obra local para restaurar los qanats, que no sólo contribuyeron al auge de la civilización iraní durante milenios, sino que además se utilizan aún en nuestros días para la agricultura.
# Revitalizar la arquitectura tradicional de adobe, que ha demostrado su resistencia a las sacudidas sísmicas. Esto no sólo ofrecerá posibilidades de empleo a los habitantes de Bam, sino que también servirá de modelo para centenares de ciudades más de Irán y el Oriente Medio, donde la tierra fue el principal material de construcción en tiempos pasados.
# Elaborar directrices para la gestión del patrimonio arqueológico –comprendido el ingente volumen de vestigios desconocidos hallados bajo los escombros de la ciudadela y en otros lugares–, a fin de facilitar el estudio de esos hallazgos.
# Llevar a cabo un proyecto experimental de conservación y restauración de un conjunto escogido de monumentos –comprendidos algunos elementos arquitectónicos de la ciudadela–, a fin de evaluar qué métodos y técnicas podrán aplicarse después al resto del sitio.
Irán está proyectando organizar en el primer trimestre de 2005 una serie de seminarios, reuniones y conferencias internacionales para sensibilizar a la opinión pública a los proyectos de rehabilitación de Bam. En el segundo semestre de ese año, se organizará una conferencia internacional en cooperación con el gobierno de Italia para movilizar apoyos internacionales en favor de la salvaguardia y restauración de este sitio histórico.
Situada en el desierto, en el extremo sur de la meseta iraní, la ciudad de Bam debió su desarrolló al hecho de estar situada en la encrucijada de las rutas del comercio de la seda y el algodón. Sus orígenes se remontan a la época aqueménide (siglos VI al IV a. de C.) y alcanzó su apogeo entre los siglos VII y XI de nuestra era. Los principales vestigios de su pasado están situados dentro del recinto fortificado de la ciudadela (Arg), donde se hallan 38 torres de vigilancia, los lugares de residencia de las autoridades y el centro histórico de la ciudad, que posee una de las mezquitas más antiguas del Irán, edificada hacia el siglo VIII o el IX. Bam es el ejemplo más representativo de ciudad medieval fortificada construida con la técnica autóctona de disposición del adobe en capas.
El paisaje cultural de Bam constituye un testimonio excepcional del desarrollo –en pleno desierto del Asia Central– de un asentamiento humano propiciado por una actividad comercial, en el que se dan cita diversas influencias culturales. También es una muestra excepcional del uso de ladrillos de adobe (khesht) y de la técnica de disposición de este material en capas (chineh). Además, el sistema de los qanats es un ejemplo sumamente ilustrativo de la interacción del hombre con la naturaleza en un medio desértico.
Los Estados Partes en la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO, adoptada en 1972, se esfuerzan por preservar los sitios culturales de valor excepcional, proponiendo que sean inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial. Por otra parte, las inscripciones en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro tienen por objeto movilizar apoyos para salvar sitios cuya integridad se ve gravemente amenazada.
1 En esta reunión, celebrada en la sede de la UNESCO, participaron el Presidente del Comité del Patrimonio Mundial, Themba Wakashe, el Subdirector General de Cultura de la UNESCO, Mounir Bouchenaki, la Consejera de la Delegación Permanente de Italia en la UNESCO, Cristina Carenza, el Director de la Organización del Patrimonio y Turismo Culturales de Irán, Seyyed Mohammad Beheshti, el Director del Centro de Investigación para la Conservación de Vestigios Históricos de Irán, Rasul Vatandoust, el Director de la Conservación de Edificios y Sitios Históricos de Irán, Hossein Rayati, el Director del Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, Francesco Bandarin, y un representante de la Oficina de la UNESCO en Teherán.
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