En una simbólica votación, el Parlamento Europeo ha adoptado por gran mayoría un importante informe en el que se apoya el texto final de la Constitución Europea y se recomienda con fuerza su ratificación: el Tratado constitucional es "una importante mejora" respecto a los textos existentes, "aportará un marco estable y duradero para el futuro desarrollo de la Unión Europea, (…) permitirá nuevas ampliaciones" y traerá beneficios "perceptibles" para los ciudadanos, explican.
Los diputados abogan "encarecidamente" por su ratificación, que confían tenga lugar en todos los Estados miembros antes de la segunda mitad de 2006 -de ser así, la Constitución entraría en vigor el 1 de noviembre de ese año-. El informe se aprobó por 500 votos a favor, 137 en contra y 40 abstenciones, por lo que ha recibido el apoyo activo del 73.9 % de los votantes en la Eurocámara. Tal y como se anunció ayer durante el debate, el texto ha recibido el apoyo general de los grupos PSE, ALDE, V/ALE y UEN. El PPE-DE ha estado algo más dividido: la mayoría de sus miembros ha votado sí, aunque los conservadores británicos y varios polacos y checos del PPE-DE anunciaron ayer su decisión de votar en contra. Han rechazado el informe los grupos GUE, IND/DEM y varios de los no inscritos.
En el texto, elaborado por los ponentes Iñigo MÉNDEZ DE VIGO (PPE/DE, ES) y Richard CORBETT (PSE, UK), se pasa revista a las aportaciones de la Constitución, que en su opinión dará mayor claridad sobre la naturaleza y objetivos de la Unión; más eficacia; más presencia en el mundo; más democracia y más derechos para los ciudadanos. En resumen, la Constitución representa "un compromiso adecuado y una importante mejora de los Tratados existentes". Una vez que entre en vigor, reportará "beneficios perceptibles" para los ciudadanos (a través de parlamentos nacionales y europeo), los Estados miembros (entidades regionales y locales) y las instituciones europeas, anticipa el pleno en el párrafo 1, adoptado por 514 votos a favor, 135 en contra y 25 abstenciones.
Los ponentes aluden también a las críticas a la Constitución expresadas en debates públicos que, en su opinión, "no se corresponden con el contenido real" del texto ya que, matizan, "la Constitución no conducirá a la creación de un superestado centralizado, no debilita la dimensión social de la Unión sino que la fortalece, y no pasa por alto las raíces históricas" (Cons. F). Estos comentarios corresponden a discusiones mantenidas en países como el Reino Unido -sobre el riesgo de crear un superestado-, Francia -sobre el peligro de debilitar la dimensión social de la UE- y Polonia o España -sobre la necesidad de reconocer las raíces históricas o religiosas-.
La propuesta de resolución hace balance de los logros que supone la Constitución, estructurados en cuatro apartados: mayor claridad sobre la naturaleza y objetivos de la Unión; más eficacia y presencia en el mundo; mayor responsabilidad democrática; y más derechos para los ciudadanos.
Mayor claridad
La Constitución, explican los ponentes, facilitará que el ciudadano entienda qué es la Unión y cuáles son sus fines. En vez de un complejo conjunto de tratados habrá "un único documento" más sencillo y en el que se definen las competencias y los límites de la actuación comunitaria, así como las relaciones con los Estados miembros. Tal y como expone el texto, "queda garantizado que la Unión nunca se convertirá en un superestado centralizado y todopoderoso", ya que hace hincapié en la descentralización y en la "obligación de respetar la identidad nacional de los Estados miembros, inherente a las estructuras fundamentales políticas y constitucionales de éstos". Queda pues claro que compete a los países miembros decidir sobre su estructura autonómica y local.
Por otra parte, el pleno ha rechazado una enmienda presentada por Joan i Mari y otros diputados del grupo de los verdes, lamentando que algunas lenguas que son oficiales en Estados Miembros -como el catalán- no sean reconocidas como lenguas oficiales de la UE por la Constitución (enm.16).
La Constitución -prosigue el informe- precisa los fines de la UE, entre ellos la cohesión económica, social y territorial. Y se incluye una cláusula de solidaridad por la que los ciudadanos podrán recibir apoyo de la Unión en caso de un ataque terrorista o de una catástrofe natural.
Además, se reafirma la doble legitimidad de la UE, como Unión de Estados y ciudadanos. Los nombres de los actos legislativos se aproximan a los utilizados en los Estados miembros: en lugar de directivas o reglamentos se hablará de leyes europeas y de leyes marco. Los símbolos de la Unión también se recogen en la Constitución: bandera, himno y divisa.
Más eficacia
Los ponentes también celebran que un mayor número de decisiones vayan a tomarse por mayoría cualificada en vez de por unanimidad. La Unión podrá así funcionar con menos riesgo de sufrir vetos. La eficacia se verá reforzada asimismo por unas presidencias más largas (dos años y medio en lugar de seis meses) y por la reducción del número de comisarios a partir de 2014.
Por otro lado, se amplían las posibilidades de llegar a soluciones entre varios Estados miembros, cuando no todos quieran ir al mismo ritmo o no deseen seguir las mismas políticas.
Más visibilidad internacional
La nueva figura del Ministro de Asuntos Exteriores de la UE, que será vicepresidente de la Comisión y al mismo tiempo presidirá el Consejo de Asuntos Exteriores, reforzará la presencia de la Unión en el mundo. En la actualidad sus responsabilidades se reparten entre dos personas, una en el Consejo (el Alto Representante de la Pesc, que ahora es Javier Solana) y otra en la Comisión (el comisario de Relaciones Exteriores, actualmente Benita Ferrero). El futuro ministro, explica la resolución, "hablará en nombre de la Unión" sobre aquellos temas para los que exista una posición común.
Mayor responsabilidad democrática
La Constitución garantizará el control democrático a través de un Parlamento Europeo con un papel reforzado, con poder para elegir directamente al presidente de la Comisión Europea o con igualdad de poder ante el Consejo para aprobar cualquier gasto presupuestario, por ejemplo. Además, en aras de una mayor transparencia, el Consejo deberá hacer públicas sus reuniones durante el debate y adopción de la legislación comunitaria. Por otro lado, los parlamentos nacionales recibirán las propuestas legislativas en tiempo real para poder contribuir al debate antes de su adopción.
Más derechos al ciudadano
Por último, la incorporación de la Carta de Derechos Fundamentales en la Constitución y el hecho de que los ciudadanos puedan hacer uso de su derecho de iniciativa para presentar propuestas legislativas a la UE son claros ejemplos del refuerzo que la Constitución supone en el campo de los derechos de los ciudadanos de la Unión, estiman los diputados.
La Constitución no debería ser, en todo caso, un texto cerrado sino abierto a mejoras y a las adaptaciones necesarias por la evolución de la UE. En sus conclusiones, los diputados "anuncian su voluntad de recurrir al nuevo derecho de iniciativa" para proponer mejoras al texto (enm.17).
Richard CORBETT (PSE, UK) y
Iñigo MÉNDEZ DE VIGO (PPE/DE, ES)
Informe sobre el Tratado por el que se establece una Constitución para Europa
Doc.: A6-0070/2004
Procedimiento : Iniciativa
Debate : 11.01.2005
Votación : 12.01.2005