El UNICEF está enviando con la mayor celeridad posible ayuda a los países más castigados por las catastróficas inundaciones oceánicas posteriores al huracán del domingo, y realiza todos los esfuerzos posibles por satisfacer las necesidades urgentes de centenares de miles de personas que sobrevivieron a los tsunamis pero que ahora requieren albergue, agua potable, suministros médicos y otros socorros de manera urgente.
Debido a que millones de personas han resultado damnificadas en la India, Indonesia, Sri Lanka, Tailandia, Maldivas y otros países, el UNICEF y otros organismos de las Naciones Unidad colaboran con los respectivos gobiernos para evaluar las necesidades prioritarias y suministrar asistencia inmediata. El UNICEF supone que Sri Lanka e Indonesia son las naciones que probablemente requieran mayor apoyo humanitario.
"Centenares de miles de personas lucharon por su vida ante los tsunamis del domingo. Ahora debemos ayudarles a superar las consecuencias de la tragedia", afirmó la Directora Ejecutiva del UNICEF, Carol Bellamy. "Nos preocupa la necesidad de suministrar agua potable, que en todos esos países es urgente, así como la prevención de la propagación de las enfermedades. Para los niños, los días inmediatamente posteriores al desastre serán críticos".
En Sri Lanka, el UNICEF ya ha dado respuesta a los pedidos del gobierno de materiales y elementos para las personas en albergues provisionales, y ha entregado más de 30.000 mantas y colchonetas, así como camisetas y otras prendas de vestir que estaban almacenadas para casos de emergencia como el actual. Un avión cargado de suministros de socorro partirá el martes desde Copenhague rumbo a Colombo con 45 toneladas de suministros. El avión transportará sales de rehidratación oral para los niños enfermos, suficientes suministros médicos para atender a 150.000 personas en los próximos tres meses, materiales y equipos para los albergues provisionales como carpas y mantas, y otros elementos y suministros de socorro urgente. La oficina del UNICEF en Sri Lanka se propone realizar un llamamiento por unos seis millones de dólares estadounidenses que cubran las necesidades más imperiosas de la niñez de ese país. La mitad de las 25 provincias de Sri Lanka resultaron directamente afectadas por los tsunamis.
Ted Chaiban, de la oficina del UNICEF en Sri Lanka, indicó que las minas terrestres representan otro de los peligros que amenazan a los pobladores y al personal de socorro. "Las inundaciones arrastraron las minas terrestres, alejándolas de los campos minados que estaban identificados, de manera que ahora no sabemos dónde están, y los carteles de peligro también han sido arrastrados o destruidos", informó el funcionario desde la oficina del UNICEF en Colombo. "Para la población civil, el peligro mayor será cuando regresen a sus hogares y no sepan dónde están las minas".
En la India, el UNICEF presta apoyo a las actividades de socorro que dirigen los funcionarios estatales y locales, además del gobierno nacional. En el estado de Tamil Nadu, en la región meridional, el UNICEF suministra centenares de miles de tabletas de purificación del agua; 1.600 tanques de agua comunitarios de 500 litros cada uno; 200.000 sobres de sales de rehidratación oral; suministros médicos para 30 centros sanitarios y 30.000 mantas de abrigo.
Aunque otros estados de la India afectados por los tsunamis han indicado que por ahora no necesitan ayuda suplementaria, existe una profunda preocupación por la situación en las islas indias de Andaman y Nicobar. Esos dos archipiélagos se encuentran cerca del epicentro del terremoto y no ha sido posible restablecer hasta ahora las comunicaciones con ellos.
"En las circunstancias actuales, resulta fundamental que los damnificados cuenten con agua potable", afirmó Bellamy. "En los lugares más afectados por las inundaciones, las fuentes de agua locales están contaminadas y dañadas. Sin agua potable, los pobladores van a comenzar a beber de fuentes contaminadas y eso provocará enfermedades. En este momento, esa es nuestra mayor inquietud".
En Indonesia, el personal del UNICEF forma parte de un equipo más amplio de evaluación de las Naciones Unidas que se dirigió a la provincia de Aceh para establecer cuáles son allí las necesidades más inmediatas. En Copenhague, centro de suministros del UNICEF, se prepara un vuelo cargado de suministros médicos y nutricionales para los niños, tabletas de purificación del agua y materiales y elementos para el albergue provisional de los damnificados. Las comunicaciones con las regiones más apartadas de la provincia de Aceh todavía son esporádicas y recién se espera contar con un panorama claro de las necesidades en materia de asistencia humanitarias en las próximas 48 horas.
En Maldivas, islas que sufrieron la fuerza plena de los tsunamis, el UNICEF y los organismos hermanos de las Naciones Unidas colaboran con el gobierno para coordinar las labores internacionales de socorro, entre las cuales figura el suministro inmediato de elementos para la purificación del agua, alimentos, prendas de vestir para niñas, elementos y materiales para el albergue provisional de los damnificados y otros elementos básicos. La comunicación con muchas de las islas exteriores del archipiélago es aún limitada y se supone que a medida que se restablezcan se conocerán las necesidades de sus pobladores.
En Tailandia, Bangladesh y Myanmar, el UNICEF respalda las labores gubernamentales orientadas a satisfacer las necesidades de diversas regiones de esos países. En ellos el desastre no se hizo sentir tan ampliamente como en otros países, aunque recién ahora se empieza a contar con un panorama más claro de lo sucedido.
Arrancados de los brazos de sus padres
El UNICEF ha recibido informes de los países más castigados por el desastre natural, donde cientos de niños resultaron separados de sus familias en el caos producido por las súbitas inundaciones. El UNICEF aún trata de evaluar la magnitud de la tragedia y colaborará con los gobiernos y otras organizaciones y organismos de socorro para garantizar la individualización de los niños separados de sus familias y la reunión de unos con otras y con sus comunidades.
En todos los países afectados por el desastre natural reciente, el UNICEF cuenta desde hace tiempo con oficinas establecidas y con personal experto que reside y trabaja en esos sitios durante todo el año. Se espera que en el plazo de 48 horas el UNICEF haga un llamamiento para ayudar a satisfacer las necesidades de los niños afectados por el desastre en toda la región.
"En estos momentos, resulta esencial responder rápidamente", afirmó Bellamy. "A lo largo de miles de kilómetros de regiones costeras hay muchas personas que han perdido sus hogares y sus medios de subsistencias, y cuyas vidas están en ruinas. Todas y cada una de esas personas necesitan ya mismo nuestra ayuda".